Cómo Amazon impide que suban los precios

deflation curve - prices do not rise

El mercado casi perfecto de las grandes plataformas

En un mercado perfecto, si no hay falta de materia prima o de mano de obra, los precios no pueden subir. La razón es muy simple, en el mercado perfecto hay transparencia absoluta de información. Siempre se conoce quién vende un producto al mejor precio. Los procesos de producción sólo pueden seguir iguales o mejorar, por tanto siempre habrá algún fabricante que pueda mantener el precio o rebajarlo.

Deflación tecnológica

Supongamos que tienes un comercio. En él vendes electrodomésticos. Hace unos años competías principalmente con las grandes superficies. Hoy compites con el mundo entero. Cualquiera que quiere comprar una lavadora concreta sabe, con ayuda de su móvil, cuál es la mejor oferta en el mundo para su caso. Tus posibilidades de marcar un precio por encima de esa oferta son escasas. La transparencia absoluta de precios que aportan plataformas como Amazon, Alibaba y demás mercados electrónicos hace que cualquier mejora de eficiencia de una empresa en el mundo se propague casi inmediatamente a todo el planeta. Bienvenido al mercado perfecto, no vas a poder subir tus precios.

A escala planetaria esto significa una presión deflacionaria continua debida a la tecnología de plataformas. Por un lado, estupendo:

  • es una ventaja para el consumidor, que siempre compra el mejor precio posible.
  • Es un motor de eficiencia. La empresa más eficiente se impone en pocos meses y obliga a las demás a serlo también.
  • La eficiencia libera mano de obra y recursos, que quedan disponibles para otros menesteres.

Pero, por otro lado:

  • Condena al pequeño comercio y acaba con los intermediarios. Desaparecen muchos puestos de trabajo.
  • El ganador se lleva todo: la empresa que logra ser la mejor en su ramo se queda con todo el mercado. El único límite es su capacidad de producción. Sistemáticamente se crean semimonopolios.

A esto se suma otra característica de nuestro tiempo: la gran capacidad de producción ociosa de las empresas. La producción de la mayoría de las empresas viene determinada por la demanda que tiene el producto, no por la capacidad de producción. Incluso, si hablamos de productos digitales, a menudo el coste marginal es cero y la capacidad de producción, infinita.

La suma de un mercado transparente y una capacidad de producción enorme tiene como efecto que cualquier producto que se encuentra en este mercado semiperfecto no puede subir de precio.

Consecuencias de los mercados cuasiperfectos en Internet

Un electrodoméstico,  un jersey y un curso online de ruso tienen en común que se pueden comprar desde cualquier parte del mundo a través de Internet y, por tanto, están expuestos a presión deflacionaria, es decir su precio va a tender a bajar.

Un apartamento, una comida en el restaurante de la esquina o una hora de fisioterapeuta, no. Sólo van a depender de la competencia local y por eso sí va a poder subir su precio.

Simplificando se puede decir que estamos en un mundo con dos realidades: una deflacionaria que hace muy difícil que suban los precios, incluso si hay ingentes cantidades de dinero disponible, y otra inflacionaria que sí responde fácilmente a la liquidez al alcance de las personas.

Con el progreso tecnológico va habiendo un trasvase de productos y servicios de la realidad inflacionaria a la deflacionaria y eso, como veremos, tiene consecuencias considerables.

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