Se dice que aproximadamente un tercio de las personas cree que cuando deposita dinero en un banco, éste se lo guarda, – en una caja fuerte o algo parecido-, hasta que lo reclama de vuelta.
Otros dos tercios creen que cuando depositan dinero en un banco, éste guarda una parte, pero el resto se lo presta a quien lo necesite a cambio de un interés. Que por eso los bancos andan locos por conseguir nuestras nóminas y depósitos: para poder prestarlos.
Estos porcentajes serán ciertos o no, pero seguro que la mayoría de las personas que conocemos se sentirán a gusto en uno de estos dos grupos y sólo una pequeñísima minoría sabe la verdad: que ni el banco te guarda tu dinero ni tampoco es el dinero depositado el que se usa para dar créditos.
Los bancos simplemente crean el dinero de la nada a partir de la petición de un préstamo. Necesitan, eso sí, guardar una reserva porque les obliga la ley y conseguir nuestros ahorros para formar esa reserva es más barato que pedírselo prestado a otro banco. O esa era la teoría hasta hace poco, porque en tiempos convulsos como los actuales las cosas están cambiando y, por ejemplo, los bancos americanos desde marzo 2020 ya no necesitan respaldar sus préstamos (https://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/reservereq.htm).
Es curioso que, con lo que nos gusta el dinero y la importancia que le damos, lo poco advertidos que andamos sobre este aspecto, sobre todo cuando esto, lejos de ser una curiosidad técnica, tiene unas consecuencias directas sobre nuestras vidas.
¿Quién crea el dinero?
Los bancos comerciales, que son esos en los que precisamente estás pensando (el Santander, Bankia, BBVA), crean el 95% del dinero. Dinero electrónico. Porque el dinero contante y sonante, es decir billetes y monedas, son el 5% restante y ese lo crean los bancos centrales, de los que hablaremos en otro artículo.
Así que la cosa funciona así. Tú vas a tu banco y pides un crédito de 200.000€ para comprarte un piso. El banco le da a una tecla y te mete 200.000€ en tu cuenta. Ese dinero solo se debita de una cuenta que lleva tu nombre y que dice que debes 200.000€ más intereses. El dinero se genera de la nada y como contrapartida queda tu deuda. El dinero ES deuda. Si no hay deuda, no hay dinero.
Cuando devuelves tu préstamo, el banco “elimina” el dinero que le das y reduce tu deuda. Una vez que has devuelto el crédito, tu deuda desaparece, pero el dinero también. El banco solo guarda los intereses que ha ganado por el servicio.
Cuando compraste tu piso con el dinero del crédito, éste fue a un promotor que con él pagó a la constructora, que pagó a los obreros, al dueño del terreno, al fabricante de cocinas,.. Cada uno pagó a sus empleados, que a su vez gastaron el dinero en colegios, viajes, bares y mil cosas más. Tu dinero hizo funcionar la economía global.
Tú, para devolver el préstamo, trabajaste duro. Lo curioso es que tu salario provenía, de una u otra manera, de otros créditos tomados por otras personas o empresas.
Mientras la gente pide alegremente créditos, todo va bien. Hay suficiente dinero para que puedas ir devolviendo tus deudas.
Qué pasa cuando no se crea dinero
En 2007 en España había constituidas hipotecas por 300.000 millones de €. En el 2013, una vez reventada nuestra burbuja inmobiliaria, eran poco más de 37.000 millones. Es decir, en la economía había 267.000 millones de € menos que en 2007 (fuente INE).
He aquí el problema: cuando nadie pide créditos es matemáticamente imposible que todos los que tengan ya uno puedan devolverlo. La economía española (y europea) se vació de dinero. No hay dinero para comprar, las empresas no tienen a quien vender, despiden: quiebras, desahucios, pobreza, etc.
De hecho, si eres un poco perspicaz, igual te das cuenta que ahora mismo teóricamente hay dinero suficiente en el sistema para devolver todos los créditos, pero no para pagar los intereses.
Para que el sistema funcione personas y empresas tienen que pedir cada vez más créditos (más importe). Cuando esta circunstancia deja de darse, el sistema colapsa.
Vemos, pues, que el hecho de que el dinero lo cree la banca comercial tiene un alto precio: tenemos un sistema abocado al crecimiento. Hay millones de deudores que tienen que devolver como sea el dinero a sus acreedores.
Las crisis están casi programadas, pues tarde o temprano llega un periodo en el que se piden menos créditos que antes. Inmediatamente las cuentas no salen: se amortizan más deudas de las que se crean nuevas, en el sistema hay menos dinero y, en consecuencia, alguien no podrá devolver su deuda. El ánimo decae, las compras se posponen, se piden aún menos créditos, los bancos apenas otorgan créditos porque el riesgo de impago es muy alto y la crisis se desata con furia. Esto nos suele pasar cada quince o veinte años aproximadamente.
Así pues, en la base del crecimiento insostenible de la economía no está principalmente la avaricia humana, sino un sistema de creación de dinero inestable por naturaleza. Y esto tiene consecuencias. Muchas, como veremos.
Para saber más:
Where Does Money Come From? | Ole Bjerg | TEDxCopenhagen
HOW BANKS CREATE MONEY, Positive Money
Money creation in the modern economy http://gesd.free.fr/moneycreati.pdf