Sobre el autor – Fernando Fominaya
La crisis del 2008 fue una sacudida para mucha gente. A muchos les sacudió el bolsillo, yo tuve más suerte y sólo me sacudió el cerebro.
¿Cómo pudieron las finanzas internacionales tener el poder de arruinarle la vida a tanta gente?
¿Cómo pudieron ser tan dispares las respuestas a esta crisis? Unos imprimieron dinero, otros impusieron la austeridad, había quien decía de subir impuestos, otros de bajarlos.
¿Cómo pueden los economistas tener opiniones tan diferentes sobre un problema? ¿Acaso no han estudiado todos lo mismo?
Y esto no ha sido un episodio singular.
Ahora mismo hay sobre la mesa preguntas de enorme impacto sobre nuestras vidas:
- ¿Por qué se suceden las crisis sistémicas?
- ¿Por qué hay intereses negativos?
- ¿Dónde está la inflación que tantos economistas predicen?
- ¿Por qué se produce más que nunca y sin embargo la mayoría cobra menos que antes?
- ¿Por qué aumenta la desigualdad en nuestra sociedad?
La economía oficial no tiene respuestas a esto y las otras escuelas económicas, con alguna honrosa excepción, se refugian en recetas como volver al patrón oro, niegan la realidad o encumbran el bitcoin como solución. Entre tanto, los gobiernos improvisan y la única buena noticia es que la COVID nos está poniendo un espejo delante que está acabando con muchos prejuicios de los economistas de toda la vida.
Vengo de las ciencias duras y me cuesta entender esta situación. ¿Realmente no se puede consensuar un relato común sobre el origen y comportamiento del dinero?
Ahora, el dinero ya no «nace en las Indias honrado», sino en los balances de los bancos. Las consecuencias de su nacimiento son ingentes y están modelando nuestra sociedad, no precisamente para bien. Lo curioso es lo poco conscientes que somos de ello.
Y luego está la tecnología. La suma de dinero fiat e hiperdesarrollo tecnológico es, en mi opinión, la responsable del extraño comportamiento de la economía.
Este blog es un intento de explicármelo. Si de paso te sirve para entender algo o inspirarte, doy por bien empleado el tiempo.
Sobre mi: soy empresario, doctor en Físicas, profesor universitario, he trabajado como científico, en consultoría tecnológica, metal mecánica, logística, formación y me he recorrido los polígonos industriales de media España, o sea que conozco la economía real desde abajo. He trabajado en pymes y en multinacionales. Me gusta la historia, la antropología y la política. Entre otras muchas cosas…
He aprendido y me he inspirado con autores de todo tipo: Keynes, Paul Krugman, Ray Dalio, Milton Friedman, los videos de Economics Explained, los economistas de la MMT, Juan Ramón Rallo o M. Mazzucato y otros muchos de todas las tendencias ideológicas. Aunque no haya dos que coincidan en sus opiniones, de todos se aprende.
Las reflexiones sobre el origen del dinero son de fuentes diversas. Intento citarlas, pero aún siendo consciente que las referencias son muy mejorables, no tengo el tiempo para una investigación exhaustiva. En cambio las ideas sobre deflación tecnológica, como el efecto de sustitución o el efecto «Matrix», creo que son mías, porque no he encontrado a nadie más que hable de ello.
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