La deflación tecnológica es el efecto que tienen los avances tecnológicos sobre los precios. La deflación tecnológica hace que muchos productos tengan un precio estable y tiene una influencia decisiva en que las inyecciones de dinero de los banco centrales no causen inflación, pero también hace que los salarios no aumenten.
¿A cuántos productos sustituye nuestro smartphone? ¿Dónde queda el dinero que ya no nos gastaremos en ellos? Unas inesperadas consecuencias macroeconómicas…